Los 3 grandes errores al pintar un mural con niños y cómo solucionarlos.


Hasta hace poco, cuando un cole quería que T-O-D-O-S sus alumnos pintaran el mural conmigo, un sudor frío me recorría de pies a cabeza. Aún no soy una experta, pero poco a poco he ido consiguiendo que los talleres se conviertan en lo que deberían ser: una jornada bonita de cooperación y trabajo en equipo para alegrar ese muro gris. En el CEIP Pinar Prados de Torrejón (Pozuelo, Madrid) tenían muy claro que los niños serían parte activa en la transformación  del cole, así que aprovecho todo el trabajo que hicimos allí para hablaros de este tema. Pero primero dejadme que os enseñe unas fotos:

-Patio de Primaria-

-Patio de Infantil-




-Muros que recorren el patio. ¡Maravilla de pinar!-


[Os cuento brevemente: este año es el bicentenario de El Prado, y como en el cole lo están estudiando me propusieron que los murales tuvieran alguna relación con el museo. Y yo, historiadora del arte de formación, feliz y en mi salsa con la idea.

En el patio de Infantil he representado una interpretación de La Gallinita Ciega de Goya, que por temática y composición era muy adecuado para ese espacio. En el de Primaria, una serie de niños disfrazados de algunos de los personajes más célebres del Prado. (De izquierda a derecha: Las Lanzas de Velázquez, Autorretrato de Durero, La Anunciación de Fra Angelico, La fragua de Vulcano de Velázquez, La Adoración de los Reyes de Rubens, El caballero de la mano en el pecho de El Greco, La familia de Carlos V de Goya, La maja vestida de Goya, El Cardenal de Rafael, El descendimiento de Van der Weyden, Los fusilamientos del 2 de mayo de Goya, Las Meninas de Velázquez y El jardín de las delicias de El Bosco).Y por último, en los largos muros de hormigón del centro, una decoración geométrica muy colorida y efectista, con tonos que enlazan con los murales principales, y con un gran rótulo que lleva el nombre del cole].




Ahora sí, los tres grandes errores que cometía al plantear un mural con niños y cómo los he ido subsanando mural a mural:

1. Que los niños vengan a mí. Ahí, sin miedo: cien, doscientos y hasta trescientos niños desembarcaban en el mural para pasar allí toda la mañana; al rato se cansaban de pintar y aquello se convertía en el festival de las brochas voladoras; los profes charlaban de sus cosas y yo, incapaz de controlar la situación, me hacía la muerta y esperaba a que todo pasara.

Ahora: divido el cole en pequeños grupos y en ratitos pequeños: máximo 15 niños a la vez y 15 minutos pintando. Así les puedo ayudar, todos pintan su trocito de muro, no se aburren y no da tiempo a que se desmadre la cosa.


¡Un súper truco! Idea de Silvia, jefe de estudios: hacer parejas de niño mayor y pequeño. Los mayores se suelen engorilar bastante y los pequeñines no saben todavía ni cómo coger la brocha; al empajerarlos y compartir el material se ayudan mutuamente y es una maravilla verlos colaborar:


1. Montar un buffet con todo el material y pintura. Niños peleándose por los mejores rodillos y brochas, botes de pintura echados a perder por mezclar colores o directamente volcados... en todos los murales se armaba la Marimorena. A ver, no los culpo, me pasaba igual con la barra libre en los primeros cotillones. Y holaquetal esos desayunos de hotel todo incluido. Pues eso, a lo loco.

Ahora: doy a todos los niños el mismo tipo de brocha, escondo los rodillos para evitar tentaciones, divido la pintura en pequeños recipientes que comparten entre dos o tres y les explico muy bien qué hacer con el material cuando terminan.

3. Negar la evidencia. Si a mí, que llevo mil años pintando, aún me gotea a veces la pintura y me cae algún chorretón, ¿cómo no le va a pasar a un niño de cinco años? Aún sabiéndolo, en cada taller me desesperaba al ver el resultado y comprobar que tendría empezar otra vez desde cero.

Ahora: he aceptado que esto es así, y me organizo para dejar a los peques las zonas del muro más sencillas, con superficies de color amplia, y lo más lisas posible, y así el trabajo de repintado va mucho más rápido y mejor.

En este cole ellos participaron pintando el rótulo del cole y la decoración geométrica de triángulos sobre hormigón, y yo me encargué de las partes figurativas en ladrillo, mucho más complicadas:


... Y bueno, queda mucho aún por aprender, pero espero que os haya resultado útil. En posts anteriores os hablé sobre cuánto puede costar un mural o cómo adaptar el diseño a diferentes presupuestos. ¡Échales un vistazo si estás pensado en llenar de color ese muro horroroso de hormigón o ladrillo!

Y también os recuerdo otra forma muy bonita de que los niños participen en el mural, y es diseñarlo a partir de sus ilustraciones. Esa es la esencia del proyecto Dibujando la Palabra, que estamos realizando en en diversos centros educativos de Castilla y León. Os lo expliqué en detalle aquí y pronto realizaremos el mural en Zamora. Pero antes espero poder enseñaros lo que estoy pintando para el centro lúdico-cultural "El Cuartel" de Valoria la Buena (Valladolid), que creo va a quedar precioso!


¡Un fuerte abrazo y hasta pronto!
Si te ha gustado esta idea y estás imaginando un cole a todo color, escríbeme a hola@azulpatio.com y estaré encantada de darte más información, preparar un presupuesto sin compromiso o pasar un día para conocernos.

Puedes ver todos los murales, conocer el proceso creativo y más sobre mi trabajo en www.azulpatio.com







Comentarios

  1. Excelente explicación. Suele resultar un poco complicado trabajar con niños pero veo que has sabido dominar a esas fierecillas aplicando tu empatía. Animo. (Me parece que este comentario está en la línea de los jurados de los concursos televisivos tipo "Operación Triunfo"). En cualquier caso es de todo corazón.

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    1. Lo sé y también te lo agradezco de corazón! Y ya vamos cuadrando lo de escribir un libro a medias... ;)

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