De cuando salió una oruga de mis Levi's

... El sábado por la mañana en que descubrí que alguien había pintado el nombre de B. y el mío con un corazón en medio bajo el puente de Poniente y que casi me muero de la emoción.

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Las noches bailando en la Rosaleda con mi amiga Ceci, que se los llevaba a todos de calle con sus mini vestidos noventeros mientras yo me hacía la hippie con el vestido largo de flores que todavía uso en casa de mis padres.

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El túnel del terror que pusieron la Semana Santa de mis quince años en las Moreras, donde un señor disfrazado de Drácula me mordió de verdad y con baba en el cuello. Menudo cerdo.

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En Tenerías, con Ana y su vestido del sol haciendo botellón en verano y abriendo el precinto de la botella de Martini blanco toda calentorra con las llaves de casa. ¡Y no con las muelas como hacía Hugo el amigo bruto de B.!

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El día en que al llegar a casa fui a ponerme el pijama, y al bajarme los Levi's azul marino que me encantaban en COU vi horrorizada cómo salía una oruga enorme (como ésta) que se había colado mientras pasaba la tarde tirada en el césped. 

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La piscina de la Hípica en la que nadaba cada mediodía, un respiro dentro de mi jornada moviendo maniquís y descargando el famoso camión que olía a pescado en el Corte Inglés (ya os conté una vez que aquellos años lo pasé muy mal).

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Ahora, mañanas heladoras entrenando junto al río, feliz de cambiar el páramo por la ciudad, qué paradoja. Y El Cross de las 12 Uvas en el parque Ribera de Castilla, que es mi carrera favorita y últimamente el súper planazo para despedir el año. Por favor,  ¿¿en qué momento cambié las barras libres y el brillibrilli por el olor a reflex y los leggins??

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La orilla del Pisuerga es un lugar importante y lleno de recuerdos para mí, por eso cuando Lara me avisó de que el Ayuntamiento de Valladolid convocaba unos premios para el embellecimiento de la zona, sabía que tenía que intentarlo como fuera.  Eran las seis de la tarde del domingo y el plazo de presentación terminaba a las 14:00 del lunes. A las 13:22 estaba presentando el proyecto entre taquicardias, sudores y ojos ensangrentados. Cuando a principios de este año, mientras pintaba este cole, me confirmaron que mi mural titulado BeVA era uno de los proyectos premiados, mi corazón se desbocó de emoción como el día en que vi aquella pintada en el puente!!

Hoy os enseño mi intervención. En ella he querido representar la diversidad y el contraste de la población vallisoletana de hoy, a través de un juego de palabras que hace referencia a una sociedad viva, dinámica y en constante cambio. Apela a valores como la convivencia, la tolerancia, la diversidad, el respeto, la amistad y el amor. Pues sí, nada nuevo, lo intento plasmar en cada uno de mis murales. Pero en este caso también he querido devolver todo el cariño, los sentimientos y los recuerdos que me transmite este lugar. Espero haberlo conseguido y que os guste:

Y mirad qué bonito el efecto cuando le da el sol:

Gracias Larita por la información, Ayuntamiento de Valladolid por esta oportunidad, José Luis por preparar y alisar el muro, Leyenda del Pisuerga por dejarnos coger agua, SUP Paddle Surf por la compañía y padres por fotos y pantalones largos, que vaya frío en pleno junio. A vosotros por acompañarme en el proceso y a todas las personas a lo largo de mi vida que han conformado mis recuerdos y han hecho que este paisaje tenga sentido.
Quiero decir, a todos menos al señor disfrazado de Drácula.

¡Pronto volveré con más murales!

Un fuerte abrazo,

Si te ha gustado esta idea y estás imaginando un cole a todo color, escríbeme a hola@azulpatio.com y estaré encantada de darte más información, preparar un presupuesto sin compromiso o pasar un día para conocernos.

Puedes ver todos los murales, conocer el proceso creativo y más sobre mi trabajo en www.azulpatio.com